Cuero natural: para mantener el cuero con el mejor aspecto, evitá colocarlo bajo la luz solar directa o cerca de una fuente de calor. Frotá los rasguños leves con un dedo. Para manchas y derrames a base de aceite, limpá con un paño limpio y seco. No aplicar agua, en la mayoría de los casos, la mancha se disipará en el cuero después de un período de tiempo. Para manchas permanentes o limpiezas profundas, recomendamos contactar a un especialista en cuero.
Hierro: Limpie con un paño suave y seco. Evite el uso de productos químicos y productos de limpieza domésticos, ya que pueden dañar el acabado.